Retomo mi viaje.
Lo que os muestro son las fotos
del trabajo que enseñé por primera vez en 1992 y que, probablemente, es la que
más cantidad de obras tenía de todas las exposiciones individuales que he hecho hasta ahora.
También fue la primera en la que la
diversidad de técnicas empleadas era la protagonista. Había mucha pintura, pero
también collage, escultura, vídeo y música (compuesta e interpretada en equipo
con Rodrigo Tapias y que se podía escuchar en la sala). Incluso un amigo
jovencísimo (José Ramón González, 17 años) nos dio un concierto de piano con
temas que compuso, influenciado por mi obra, en un proceso de creación
paralela.
En esta primera parte os enseño
la pintura. Se trata de una faceta más de la ensalada de imágenes, de ese proceso en el que reúno imágenes descontextualizadas. Cada temporada
de trabajo supone una evolución técnica. En este caso la ensaladera era más una
atmósfera en la que pululaban diversas imágenes trabajadas con óleo pero como
si fueran realizadas con tinta o lápiz para un cómic o cartel, usando la línea
clara y, en algunos casos, coloreándolo después. Es una técnica que he
utilizado y utilizo mucho desde entonces, aunque se haya ido enriqueciendo. El aire lo creaba un pollock que previamente había pintado. En realidad luego, cuando vi
como pintaba Pollock en un documental y posteriormente en una película de
ficción, me di cuenta de que no le había imitado en la forma de hacerlo: yo era
pura acción, con un bote de pintura en una mano y un destornillador en la otra,
dando vueltas frenéticamente alrededor de la o las telas en el suelo, y
lanzando con mucho brío la pintura a los lienzos con el destornillador. Él era
mucho más pasivo y lo que yo hice era infinitamente menos cargado. Me encantó
hacerlo, me gravé en video, y pensaba que lo había hecho como él. Pero no.
Y en ese fondo, muy blanco a
pesar de todo, iba depositando las imágenes intuitivamente, sin normas, de
manera automática, como ya lo había hecho en el quehacer anterior, sin un
sentido concreto, experimentando a ver qué
pasaba. Y pasaba. Porque lo más interesante era (y es) que para cada
observador ocurrían cosas distintas.
Bancos de magnetófonos de carne tumefacta. 65x100cm.
Cuchillo de pan en el corazón. 64x87cm.
Hidráulicos siglos vegetales. 81x116cm.
Mano de viento hasta la empuñadura. 81x116cm.
Mano de viento. 90x125cm.
Mañanas desconocidas arrojan lluvia en telarañas. 90x125cm.
Mañanas desconocidas arrojan lluvia. 90x125cm.
Mañanas desconocidas. 114x146cm.
Relámpago fisura de rabia metálica. 65x100cm.
Relámpago fisura de rabia. 81x116cm.
Relámpago fisura. 81x116cm.
Sorbiendo médula espinal con pajas de alabastro. 65x100cm.
Sorbiendo médula espinal. 65x100cm.
Veneno de sol muerto fundiéndose en humo. 114x146cm.
Veneno de sol muerto fundiéndose. 64x71cm.
Veneno de sol muerto. 90x125cm.
Veneno de sol. 60x73cm.
Cuchillo de pan. 114x146cm.
Esta serie me gusta mucho
ResponderEliminar