miércoles, 31 de julio de 2013

Le Bogg 1(2010)








No sé si sabéis que a veces colaboro con otros artistas. Lo iré contando. Ahora me voy a ceñir al trabajo en equipo más largo en el tiempo y  más grande en cantidad de obras realizadas. La idea partió de Ostern. Hacía muy poco que nos conocíamos. La admiración era recíproca así que cuando me habló de otro pintor al que yo no conocía, Luís González Gallego, y de la posibilidad  de hacer algo los tres juntos le escuché con atención.

Corría el año 1996.




Le Bogg en 1996

No somos un grupo de artistas que se juntan para exponer sino un equipo de trabajo, tres artistas que hacen obras juntos. La experiencia ha sido y es muy enriquecedora.

Iré subiendo grupos de fotos en función de cómo fueron realizadas las obras y así aprovecharé para contaros un poco como están ejecutadas.

Con boceto previo. 
Nos juntamos y nos presentamos diversos bocetos. Bombardeo de ideas. Elegimos democráticamente que idea y/o que boceto vamos a adoptar, los materiales, tamaños, etc. En este caso la obra la dividimos en tres partes y echamos a suertes cada parte. Luego cada uno se va a su estudio con la parte que le ha tocado y... ¡A TRABAJAR!
Solemos darnos un tiempo para mostrarnos lo realizado, tiempo que unas veces cumplimos y otras no, con flexibilidad. Y juntamos el puzzle. Y casi siempre nos gusta  el resultado. Parece cosa de magia. ¿Por qué quedan bien los tres trozos juntos si ninguno sabíamos los colores, por ejemplo, que iba a utilizar el otro?
Pues nada, aquí podéis ver algunas obras.




 Mixta sobre lienzo. 150x150 cm.



Mixta sobre lienzo. 195x195 cm.


 Mixta sobre lienzo. 195x195 cm.



                                         Mixta sobre lienzo. 250x250 cm.


Mixta sobre DM. 280x285 cm.
















 










miércoles, 17 de julio de 2013

Vocación mundicéntrica 2. 2010



Otro breve texto que reflexiona sobre mi trabajo, escrito también hace tiempo. Y unas fotos de la muestra que hice de las obras que hay en la entrada anterior.

 Mi obra tiene vocación integral (en el sentido que le dan al término Clare Graves, Don Beck, Christopher Cowan y Ken Wilber, entre otros), es decir, inclusiva, postconvencional. En contraste con algunas tendencias que, aún hoy, se emponzoñan en la superficie y excluyen a todo lo que no se atañe a su método yo, en general, pretendo darle su mayor importancia al contenido, a los nutrientes (que diría Bill Viola), y no sólo al vehículo. Y para ello utilizo varias técnicas, varios soportes, que me permiten acercarme a las preguntas que me hago en mi labor artística. Manejando la incertidumbre, que es lo contrario de la certeza (aviso, con perdón, para despistados; ya sabemos que las palabras están un poco gastadas), incluso en los materiales que utilizo.

Tanto en el arte como en la vida intento ese rumbo integral, mundicéntrico, no excluyente. Por eso como espectador de arte admito a priori todo, sin prejuicios (no quiero que los árboles me tapen el bosque, o que las modas –u otros conceptos o manejos extraños al arte- me priven de ver, para ser más precisos). No influye en mí el tipo de técnica utilizada, el soporte, el estilo, etc.: todo eso que yo llamaría la piel y que tanta importancia tiene para algunos. Creo que cualquier limitación es perjudicial para la aprehensión de cualquier cosa y, más aún si cabe, del arte. La apreciación es bueno que sea, según mi criterio, desde una óptica omni-nivel, teniendo en cuanta todas las posibles formas de mirar. Como receptor necesito acercarme a la obra de arte sin la lección aprendida, dentro de lo posible; no dejándome obnubilar, dentro de lo posible, por el “traje nuevo del emperador”, ya sabes, invisible, o para ser más exactos, inexistente. Estoy un poco cansado de tanto “retablo de las maravillas”.

Así que, como artista, me doy la misma libertad. Aunque el medio fundamental que utilizo y he utilizado a lo largo de mi vida artística sea la pintura sobre diversos soportes,he ido acercandome a la performance, al collage, a la escultura y, desde 1987, a las llamadas nuevas tecnologías para realizar pequeñas películas, componer/interpretar música y ejecutar obras digitales basadas o no en fotografías previas. De la misma manera, tiendo a no encuadrarme en un estilo o tema determinado, no por nada, sólo por evitar el aburrimiento; y porque, creativamente, las cosas que me salen necesitan unas coordenadas u otras en las que moverse.

Esa es la grandeza  que disfrutamos los artistas en el siglo XXI: la libertad legada por los artistas del siglo XX. Una herencia, la autonomía, que sin embargo aún nos tenemos que merecer, arriesgándonos a la liberación, dándonos permiso para ser independientes. Y permitiendo que todos los demás lo sean, sin exclusiones, sin excepción ninguna.














miércoles, 3 de julio de 2013

Vocación mundicéntrica 1 (2009)

Quiero comenzar con este texto que escribí hace algún tiempo, mucho en realidad; pero es que el tiempo pasa tan deprisa…
En realidad este blog está pensado para enseñar alguna de las obras visuales que realizo. Pero supongo que de vez en cuando escribiré algo.



Conceptualmente mi obra deviene de la perplejidad y del asombro como ser humano y como artista. Para explicarme, recuerdo a Cage, a Beuys, a Xenakis, a Pollock, a Joyce, a Stockhausen, a Warholl, a Boulez, a Burroughs, a Miles Davis, a Cortázar, a Hopper, etc.
Y me pasmo ante  las profecías mayas. O con el hip hop. O cuando algún amigo científico intenta, inútilmente, explicarme algo de la mecánica cuántica. Y de alguna manera todo eso está ahí;  porque no quiero ni puedo renunciar a nada de lo que conforma  mi experiencia vital.

La cuestión es que, según los astrólogos, apuramos los últimos años de la era de Piscis (en la que buscábamos salvadores fuera de nosotros), y estamos entrando en la era de Acuario (en la que buscaremos dentro de nosotros, en nuestro propio potencial). Y según los mayas y su calendario Tikú hemos ya salido del Bolom Tikú, un tiempo oscuro, y ahora entramos en el Oxlajuj Tikú, el tiempo del conocimiento y la armonía. Y en la transición (quizá sea lo que está pasando ahora): la confusión y algunos desastres. Y, por fin, dentro de nada (eso dicen), la luz: un salto cuántico en la evolución humana.
A mí me gusta pensar que los artistas podríamos servir de punta de lanza de ese hipotético cambio. Por supuesto que podríamos ser útiles si consiguiéramos cortar con la dependencia de tanto falso maestro como nos sale por ahí, a veces ligados al poder; defenestradores del arte y de todo lo demás, contaminadores.

Y en esas se me mete Cage y su indeterminismo, precursor de la aleatoriedad musical; Pollock y su no expresionismo abstracto siendo, sin embargo, su rey; y Beuys y su utopía cristiana, entre grasas que se deshacen, carriles por el suelo y lobos; o Warholl que, según Cristina de Diego, en realidad quería ser la reina de Inglaterra; y, finalmente, (podría seguir y seguir con los que apuntaba más arriba y algunos más) William Burroughs, ese rey del cortar y pegar literario que murió a los ochentaitantos años habiendo sido heroinómano toda su vida.

Mi obra, como la obra de todo artista que se pretende verdadero, está llena de mis experiencias y de lo que recuerdo de ese viaje a mi interior, a la búsqueda de la inteligencia universal: de esa sabiduría que, según los más sabios, todos tenemos pero no sabemos utilizar. Cuando consigo acallar el barullo de mi mente voy al encuentro de ese potencial y lo vislumbro, lo toco, pero al regreso sólo recuerdo vagamente algún retazo, un insignificante reflejo empañado de ese canto de Dios. (Algún avatar ha llamado así a la poesía. Pero ¿no había muerto Dios?). Y me siento impotente  al no saber traducir eso… Sin embargo, creyendo que el espectador puede vislumbrar algo, algo de lo que está detrás, o delante, o por encima o por debajo de lo que soy capaz de mostrar.

Cada espectador podría poner toda su capacidad de recepción, de escucha, de dejarse envolver. Y en ese caso, vaya usted a saber lo que puede ocurrir.     



Vocación mundicéntrica


 Vocación integral. Collage sobre madera. 26x3cm


 Tuaregs. Técnica mixta. 41x79x3cm


 Campesinos de Namibia. Técnica mixta. 33x80x3cm


 Stonehenge. Técnica mixta. 33x80x3cm


 Barcas. Técnica mixta. 40x50x6cm


 Capoeira. Técnica mixta. 40x50x5cm


 Bruto. Técnica mixta. 53x50x6cm


 Método Kitaj. Técnica mixta. 40x50x6cm


 Beuys. Técnica mixta. 40x50x5cm


 Marilyn. Técnica mixta. 32x59x3cm


 Vietnam. Técnica mixta. 42x72x6cm


 Disco rojo. Técnica mixta. 24x7cm


 Lápices. Técnica mixta. 24x7cm


 Caracola. Técnica mixta. 23x6cm


Bombonas. Técnica mixta. 19x5cm


 Tres seres. Técnica mixta. 19x5cm

 Espejo ovlado. Técnica mixta. 28x16cm


 Espejo rectangular. Técnica mixta. 29x14cm.


 Cardenaíl. Técnica mixta. 24x7cm


 Balas éticas. Técnica mixta. 52x38x3cm


 Mariposas. Técnica mixta. 38x2cm


 Mercados. Técnica mixta. 


 Rinoceronte. Técnica mixta. 28x58x4cm



 Flores. Técnica mixta. 40x50x7cm


 Lautrec. Técnica mixta. 32x59x3cm


 Dripping. Técnica mixta. 31x44x9cm


 Cardenaíl ya no. Técnica mixta. 39x62x4cm

 Biomasa. Técnica mixta. 35x74x4cm


 Tenis. Caballitos. Técnica mixta. 35x81x4cm


 Le Carré. Técnica mixta.


 Volando. Técnica mixta. 40x50x10cm


 Buscando a Cardenaíl. Técnica mixta. 34x68x3cm


 Espuelas. Técnica mixta. 54x20x10cm


 Ocho. Técnica mixta. 52x22x13cm


 Nuna Quatec. Técnica mixta. 64x33x15cm


 Fotografía de mujer. Técnica mixta. 23x6cm


 Nave.Vista 1. Técnica mixta. 23x33cm

 Nave.Vista 2. Técnica mixta. 23x33cm


 Disco oro y verde. Técnica mixta. 27x9cm


 Puñal Bacon. Técnica mixta. 35x10x2cm


 Capitel de Havona. Técnica mixta. 22x20x10cm


Las necesidades del conde. Técnica mixta. 32x58x3cm